La idea de crear

Como ya saben todo comienza por una idea y así empezó esto que hoy llamamos Trinidad. ¿Y de dónde nace la idea de emprender? De un miedo que une a estas tres mentes inquietas, pero no un miedo paralizante, sino uno que nos impulsó a actuar: el miedo a estancarnos creativamente.

Somos diseñadores, creativos, almas independientes con una sed insaciable de libertad para crear. En nuestro viaje, nos topamos con un mundo repleto de reglas y normas para la creación. Una única forma que dictaba cómo hacer las cosas “correctamente” para que se vieran “bonitas”. Ahí nació nuestro sueño: llenar al mundo de buen diseño.

Pronto descubrimos que lo “bonito” por sí solo no vende ideas ni transforma el mundo, lo que diseñábamos en un inicio carecía de alma. Nuestra visión inicial se centraba en crear cosas que fueran atractivas, pero la realidad es que la belleza es subjetiva. Y ya que nos encanta cuestionarlo todo, incluso a nosotros mismos, decidimos buscar otra manera de hacerlo y encontramos una que además de darle sentido a cada cosa, le agregó un motivo a hacer lo que hacemos. 

Fue entonces cuando comprendimos que lo que realmente movía el mundo no era el diseño estéticamente agradable, sino las ideas que se escondían detrás de cada creación. Ese “por qué” que nos condujo hasta aquí y que te motiva a ti a crear algo con verdadero significado.

El branding fue la llave que abría un universo de posibilidades en un mundo que nos limitaba a crear, por crear. El diseño se convertía en el medio y no en el fin. Y lo más importante, logramos encontrar la forma de dotar de sentido a cada cosa que hacemos. Descubrimos que las personas se conectan con aquello que resuena con ellos mismos. En el branding descubrimos la manera de integrarlo todo: nuestras tres mentes creativas, siempre ansiosas por crear, el diseño en todas sus formas y a las personas con grandes ideas. 

Aprendimos en este camino que la creación no es imposición, sino colaboración. Es involucrar a la mente que concibió la idea, porque solo ella comprende cómo quiere reflejar su esencia y conectar con su audiencia.

Así, en este viaje de cuestionamiento constante, descubrimos que el verdadero poder reside en las ideas que compartimos, en las marcas que construimos y en la co-creación que nos lleva a nosotros a conectar con otros. Te invitamos a creer en tus propias ideas y en las de los demás, ya que cada una tiene el potencial de iluminar el camino de otros.